jueves, 15 de octubre de 2015

ESPERARÁS SENTADO



¿Has oído la frase: “esperarás sentado”?  Seguramente que sí.  Nos dicen eso generalmente cuando esperamos algo que no se cumplirá, o que es poco probable que se dé.  Cuando alguien no vendrá, no te devolverán algo, o no harán lo ofrecido.  Como cuando esperas que tu pareja que te trata mal vaya a cambiar cuando se casen y tengan hijos.  Groso error.

Pero en fin, esta frase implica en gran medida, desaliento, desesperanza, falta de seguridad, conformismo, etc.  En definitiva, se pierde la perseverancia en lo que quisiéramos y lógicamente en lo que hacemos.  Influye por ejemplo en el típico caso de un chico que quiere vivir de una profesión no tradicional (arte por ejemplo), y la gente alrededor le desmotiva “haciéndole entender” que: “si cree que le van a pagar por eso, tendrá que esperar sentado”.

No obstante esperar es perseverar, y eso involucra tener constancia con la mira puesta en el futuro.  Pero ahora se pretende vivir el momento, lo fugaz e instantáneo.  Por ejemplo, las relaciones emocionales pasan a ser temporales y pasajeras, los bienes, ropa y tecnología se vuelve obsoleta en cuestión de meses.

Pero ATENICIÓN: al ser la Fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.  No debemos quedarnos solamente en “la convicción de lo que no se ve”, deseando experimentar únicamente los milagros.  La fe también es esperar, y eso es la certeza de lo que va a venir.  Así que cuando anhelas algo para tu vida y quieren frustrarte con esa frasecilla de “esperar sentado”.  ¡Aguanta! Que si crees debes perseverar y darle tiempo.

En la actualidad hemos dejado de esperar.  Experimentamos hoy, sentimos hoy, vivimos hoy.  Es que cuando menos le doy tiempo a las cosas, menos expectativas tengo del futuro porque lo que debía vivir mañana ya lo viví hoy, entonces ¿para qué aguardar hasta el siguiente día?

Cuando Moisés se demoró en bajar del monte Sinaí, los israelitas le exigieron a Aarón que haga dioses para que guíen al pueblo.  Es que no supieron esperar, perdieron la paciencia, la certeza y la fe.  No podían ver su futuro, solo deseaban experimentar algo en ese instante, y llegaron al punto de entregar sus tesoros para hacer una imagen.  Por último hasta farrearon con el becerro de oro, y por eso perdieron el rumbo del mañana.

¿Eres una persona que realmente sabe a dónde va, y construyes tu presente sobre la base del futuro que ya elegiste?

Recuerda que cuando Jesús iba a ascender a los cielos les mandó a sus discípulos a que esperaran la promesa del Espíritu Santo.  Y así lo hicieron, esperaron y perseveraron en oración hasta que recibieron poder y levantaron el movimiento de fe más poderoso de todos los tiempos.

Si tienes fe en lo que quieres para tu vida y te quieren detener con esa frase, “espera sentado”.  No te desanimes, mantén la certeza en lo que esperas.  Y recuerda que la manera más fuerte de conectarte con tu futuro mientras disfrutas tu presente, es con perseverancia… con FE.

Gavriell Arcos
-sGv-

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