domingo, 18 de octubre de 2015

PENSANDO EN LA INMORTALIDAD DEL CANGREJO



Cuando andamos divagando, distraídos, no ponemos atención, reflexionamos en cosas quizás absurdas y damos vueltas en la mente, es que estamos “pensamos en la inmortalidad del cangrejo”.  En otras palabras, PERDEMOS EL TIEMPO.  Entonces vale preguntarse, a qué le doy prioridad.

En la actualidad le damos mucho tiempo al trabajo y a los estudios, porque pasamos horas en nuestras instituciones y cuando llegamos a casa seguimos en lo mismo, y en cierta forma está bien.  El deporte ahora tiene su importancia, pero aún nos cuesta porque “no hay tiempo”.  Nos tomamos algunos minutos para el cuidado personal, sobre todo las mujeres (dicen algunos).  Por ahí leí alguna vez (no sé si sea verdad) que Einstein tenía todas sus mudas de ropa iguales, porque decía no tener tiempo para pensar en qué ponerse.  Y el tiempo con la familia no siempre es el mayor, recuerda que no es lo mismo estar en casa que compartir en hogar.  Podemos pasar muchas horas bajo nuestro techo pero desperdiciarlas en la televisión, la computadora, celular, etc.

Por correo circulaba la historia de aquél hombre que pasó horas exageradas en su trabajo para hacer que su empresa crezca y demostrar su compromiso, dejando a un lado a su familia.  El hombre enfermó y finalmente murió volviéndose irremplazable como esposo y padre, pero rápidamente sustituido en su puesto de trabajo.  Es que no siempre nos damos cuenta a quién le estamos entregando nuestra vida.  Tu existencia va más allá, no en un escritorio, oficina o una monótona actividad.

Una vez el Apóstol Pablo escribió que: “tengamos cuidado de nuestro comportamiento, que vivamos como gente que piensa lo que hace y no como tontos”.  Y es que muchas veces nuestra manera de ser con los demás nos lleva a hacer tonterías pues no reparamos en nuestro comportamiento.  Vivimos divagando como necios, pensando en la inmortalidad del cangrejo.

Pero en vez de vivir así, dice la Biblia, “aprovechemos todas las oportunidades para hacer el bien en este tiempo malo y difícil”.  Porque si volteamos la mirada nos damos cuenta en seguida que existen problemas de toda índole a nuestro alrededor, y ahora es nuestra oportunidad de hacer algo bueno por los demás.  Hoy porque mañana podría ser muy tarde.  Hoy busca a tus padres, hijos, hermanos, amigos para reconciliarte.  Hoy dile a tu pareja que la amas.  Hoy cumple tus propósitos.  Hoy sana la tierra, porque los días son muy malos.  Hoy dejemos de actuar como tontos y revisemos nuestro comportamiento para ver a qué le estamos dedicando el tiempo.

Cuando dejamos de distraernos en la vida llegamos a entender lo que Dios quiere que hagamos, dejamos la tontería a un lado y no solo que comprendemos sino que empezamos a vivir y cumplir nuestros propósitos en la tierra.  Y cuando Pablo escribe esta carta a los efesios, les hace entender que pasar borrachos les quitará el control, entonces comprendemos que cualquier vicio que nos ate, nos va a quitar la voluntad sobre nuestros actos y nuevamente actuaremos como necios perdiendo el tiempo.  ¿Voy a dejar que un vicio me descontrole, o permitir que el mismo Dios me llene y me controle?

Si revisamos nuestro actuar y aprovechamos el tiempo en estos días difíciles, nos preocupamos por los demás, vivimos bien los unos con los otros hoy, porque mañana podría ser demasiado tarde.

¿Cuánto tiempo más vas a quedarte pensando en la inmortalidad del cangrejo, permitiendo que tu vida y la de los demás sigan pasando?

S.G. Arcos
-sGv-

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